24 de marzo, 2020
Excelentísimo Teofilio,
Espero te encuentres bien tú y los tuyos allá en la patria querida.
Gracias a Dios, acá me encuentro bien a pesar de las circunstancias que afrontamos a nivel mundial.
Todavía podemos salir a trabajar, algunos, a hacer compras de víveres necesarios, y a caminar, correr, manejar bicicleta, etc. (Menos las actividades muy sociales).
Bueno, yo no abuso mucho de todo esto último, mas sí me gusta salir a caminar al parque o a un lago que tengo cerca.
Hablando de caminar, te comento que dos semanas antes de que las cosas se pongan malas en este país, como por divina providencia una familia con la cual trabajaba, me pidió si podia adoptar su perro, puesto que ellos están pasando por muchos cambios. Y bueno, me encantó la idea y ahora el buen Astro está conmigo y mi familia. Digo por divina providencia, porque es de mucha bendición para mi y mi familia ya que en estos momentos de aislamiento es la mejor excusa para salir a caminar. Es gracioso porque nadie se pelea por no ir a caminarlo, cuando eso es lo que usualmente veo en otras familias. En la nuestra todos lo hacemos encantados, y pues él más encantado aún.
Y te preguntarás buen Teofilio, el por qué del título de esta presente. Lo que pasa es que ahora que las escuelas, universidades y muchos empleos están cerrados, paso más tiempo en casa y me pongo a analizar de que en medio de todo esto, debe de haber un propósito de parte de nuestro Señor.
No digo que no tenga nada que hacer en casa, es más ahora creo que tengo mucho más por hacer que antes. Pero por algún motivo siento que el tiempo se detuvo en medio de mi ajetreada rutina.
Mi rutina normal hasta hace dos semanas era algo así:
Levantarme a las 7 am, alistarme, salir a caminar con Astro, desayunar, ir a la universidad, regresar a la 1pm, almorzar, caminar de nuevo con Astro, salir al trabajo a las 3pm, estar en casa a las 10pm, cenar algo, hacer algo de tareas, y morir a eso de las 11:30pm (zzz). La verdad que no me quejaba de este horario de lunes a viernes, pues soy alguien a quien le gusta estar ocupado, de lo contrario siento que estoy perdiendo el tiempo.
Y es en esto de perder el tiempo que analizaba el tiempo en el cual estoy viviendo, pues no siempre el estar ocupado es sinónimo de estar avanzando, en mi opinión.
Ya que mi universidad esta cerrada, y solo trabajo tres veces por semana y por menos horas al día, más todo el tiempo ahorrado del tráfico de casa-universidad-casa-trabajo-casa, definitivamente tengo más tiempo de lo usual (a pesar de que llevo 6 clases en linea, lo cual no me está gustando).
La semana pasada, estaba de vacaciones de la universidad, y bueno me di un descanso de todo lo académico. Asimismo, ya que no podia salir con mis amigos, me puse ordenar mi cuarto, a leer, escribir, mirar películas, dormir, comer, caminar, conversar con amigos y familiares por teléfono y otras actividades de óseo. Me sentí bien hasta el miércoles, y luego sentía que estaba perdiendo el tiempo.
Que mal agradecido dirás, y quizás sí, pero meditaba en algo que me costaba hacer en medio de mi rutina normal, y era tener un BUEN tiempo de lectura de nuestro libro sagrado y de conversación con nuestro creador. Lo tenía, sí pero a “la volada”.
Así que me levanté de mi rutina mental, y medité en el pasaje escrito por el buen Salomón en Eclesiastés 3:
“1Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. 2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. 9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?”
Toma nota del versículo 5, “tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar” una de las mejores sugerencias en estos tiempos, que irónico.
Pero bueno, ese no es mi punto. En estos momentos muchos tienen tiempo de más para hacer muchas cosas que no podían hacer por la rutina ajetreada del siglo XXI. En mi caso, mi buen amigo, primero que nada reconozco que como cristiano me debería dar vergüenza que recién en estos tiempos me doy el tiempo para seguir creciendo en el conocimiento de nuestro Señor, de lo que hay en su libro sagrado, y de mi relación con EL. Es algo que me gustaba hacer cuando “tenia mas tiempo”. Pero qué irónico, ahora literalmente el Señor nos está dando “más tiempo”.
Así que, mi sugerencia para ti (y para mí) es que no pierdas el tiempo viendo muchas películas, series, con videojuegos, durmiendo y comiendo de más. Primero, como cristianos, no estamos de vacaciones sino que deberíamos tomar este tiempo valiosísimo para buscar más de Dios en oración y lectura de Su palabra. Es tiempo de meditar, reflexionar, y recargarse físicamente, emocionalmente, y espiritualmente. Porque créeme, cuando la rutina vuelva a la normalidad (que tomará su tiempo) volverán también nuestras excusas, pero si hacemos lo correcto estaremos preparados como se debe.
Muchas veces esperamos a estar enfermos o sin trabajo, y es ahí cuando nuestra vida y rutina se paraliza por completo que tomamos tiempo para meditar y reflexionar en Dios y en cómo estamos obedeciéndolo y amando al prójimo. Pero la buena noticia es que si bien es cierto la enfermedad está a la puerta de nuestras casas, y nuestros trabajos están cesando, aún no estamos enfermos o desempleados pues es un momento de pausa a nivel mundial.
La segunda sugerencia es que desarrolles ese talento natural que tienes en ti, y si no lo sabes aún averigua cual ha de ser. Lee, canta, toca, compón, escribe, etc. Recuerda que no hay peor enemigo para nuestros talentos que la rutina, y por ahora esta enemiga esta en pausa, esta en “lock down”. Así que aprovecha el tiempo para algo que te llenará más que ver películas!
Finalmente, recuerda las palabras de el Maestro en el libro del final de los tiempos:
“Deja que el malo siga haciendo lo malo; y que quien tenga la mente sucia, siga haciendo cosas sucias. Al que haga bien, déjalo que siga haciendolo, y al que haya entregado su vida a Dios, deja que se entregue más a El.” (Ap. 22:11 – TLA)
Si aún en momentos de calamidades el no cristiano, y aún el cristiano mismo no quieren buscar de Dios y obedecerle como se debe, que nos deje de preocupar. En tiempos normales, se que les hemos hablado y compartido sobre la necesidad de entregar sus vidas a Cristo, así que esperemos que se dejen hablar por medio de las circunstancias que están sucediendo ante sus propios ojos y generación. Ya si lo que ven, sienten y viven hoy no les hace buscar de Dios, yo la verdad no se que otras circunstancias lo harán.
Por nuestra parte, no seamos de los cristianos que en rutina no buscaban mucho de Dios (de lo cual soy culpable en muchas ocasiones), y sin rutina lo mismo. Sino más bien “al que haya entregado su vida a Dios, deja que se entregue más a El”…
Todo tiene su tiempo debajo del cielo, y ahora es tiempo de reflexionar, meditar y entregarse más a El!
Que Dios te bendiga, a tu familia y la patria querida,
Gian