Un día estás orinando en un silo con miedo de lo que pueda salir de ahí; al otro día estás orinando en un baño con aire acondicionado y aromatizantes de todo tipo.
Un día estás durmiendo en una choza de paja con la cama en la tierra; al otro día estás durmiendo en un hotel en pleno Times Square.
Un día estás comiendo rica comida peruana en uno de los barrios más pobres de Lima; al otro día estás comiendo también comida peruana pero en uno de los restaurantes más caros de Washington DC.
Un día estás transportándote todo apretado en un bus a merced del chofer; al otro día estás manejando tu propio carro yendo a donde tú quieres.
Un día estás viviendo para trabajar; y al otro día también estás trabajando pero para vivir, y vivir mejor.
Un día estás en un valle de sombras donde hasta la tuya te asusta; al otro día estás en un valle de girasoles donde la puesta del sol alegra hasta a tu misma sombra.
Un día; un día estás y al otro ya no estás, pero lo que importa en esos momentos es con quien estás. Espero, Gian, siempre sea con Dios, y los tuyos ya sea aquí o en el más allá…
Gianco